Andrés Calamaro - Nadie Sale Vivo De Aquí

Nadie Sale Vivo De Aquí es un disco enérgico, muy potente, que fue concebido por Calamaro por el gusto de hacer música y no con la mentalidad de sólo vender. El álbum fue reconocido como el mejor entre 1989 y 1990 por medios como Clarín y la Pelo, un disco auténtico pero que no tuvo la repercusión esperada en su momento.
Esta obra tiene temas muy distintos entre sí, ritmos muy latinos, baladas, rock and roll, incluso un cuento musicalizado; lo que hace de esta pieza un ejemplar algo extraño.

El primer tema es el homónimo al disco Nadie Sale Vivo De Aquí, que parece no tener escapatoria, un rock rápido con solo de guitarra de Ariel Rot lo cual es garantía de calidad y buen gusto. En menos de dos minutos la canción está liquidada.

Pero Sin Sangre es más rock, con algunas pausas, pero también bastante duro, ocasionales saxos, con solos de guitarra de Gringui Herrera y Ariel Rot respectivamente. Ariel y Vicentico también hacen los coros, hay una versión también grabada en México con maldita vecindad que no aparece en el disco.

Vietnam recuerda mucho al disco Berlín de Lou Reed que era una gran influencia de Andrés en aquella época. Fito Páez en el piano, Gustavo Cerati en guitarra y voz, y Andrés en la voz. Gustavo le dijo a Andrés sobre esta canción: “Para mí es un beso”.

En todo disco de Calamaro hay espacio para alguna canción con aires de pop, y en el cuarto es Pasemos A Otro Tema, con coros a lo Vilma Palma a cargo de Marciano, acordes aportados por Ariel y letra de Andrés.

No llega a ser blues, y está bastante lejos del ska. Andrés intento grabarlo de muchas formas, ninguna lo convencia. El ritmo era complicado, pero el resultado final fue bastante bueno, a dúo con Vicentico la quinta pista es Con La Soga Al Cuello.

Se podría decir que No Tengo Tiempo fue el resultado de una conversación de Andrés con Teresa Parodi acerca de un ritmo misionero llamado Chotis, que se acerca bastante a una ranchera. Calamaro declaro que era una de sus favoritas. “Te quiero tener de vuelta a mi lado, pero esta vez no perderte nunca más, y soy un extranjero en mi propia casa y eso no tiene perdón...”

Vuelve el rock, duro y breve con Señoritas, una letra sencillita y simpática sin gran desarrollo, la canción tonta del disco, digamos. Solo de Gringui, Gabriel Carámbula sumó unas guitarras muy buenas. Y los coros los aportaron Gabriel Fernández Capello (mejor conocido como Vicentico) y Flavio Cianciarullo.

Adiós, Amigos, Adiós es otra de las preferidas de Andrés, con solo del mismo Calamaro y coros de Cerati. Una canción de despedida ebria, pareciese una canción mexicana interpretada por un mariachi resignado a hacer rock.

Un tema que fue grabado por primera vez en piano cuando Andrés colaboró en la grabación del primer disco de Don Cornelio Y La Zona, y que Ariel se encargó de darle forma eléctrica es Ni Hablar, una canción realmente bellísima. “Te escuché decir te devuelvo a la ciudad, no te puedo retener, hace frío en el andén, y ahora sigo hablando solo con tu sombra atrás de mí...”

Una Deuda Del Corazón, con coros de Marciano y Ariel, tiene una melodía vocal impresionante, abrumadora y que deja la sensación incómoda de recordarnos a algo aunque no sabemos exactamente a qué. Este décimo tema también podría llamarse Traicionero, que es el eje lírico de la canción.

No Me Vuelvas La Espalda es un reclamo con música, un alto para aquella mujer que intenta dominar más de lo que debe, compuesta por Andrés y Gringui. “Así no me haces daño, no trates todo el tiempo de corregir mi vida pero no me vuelvas la espalda por eso”, una breve y vieja canción que a pesar de la sencillez resulta magnífica gracias al saxo de Jordi. Un falso final y enseguida el verdadero que desconcierta y nos deja con ganas de una explicación.

“Abro la puerta, como un poeta fértil, dándose a conocer...”, un tema que años más tarde sería un hit. Un estribillo que eriza los pelos por el cambio de tono y la forma de cantarlo de Andrés, en un tono trágico pero a tal velocidad que la tragedia parece además de violenta, vertiginosa. Fue grabado por Man Ray, incluso antes que por Andrés.

Las palabras de Andrés Calamaro sobre Vietnam (Toma Dos) fueron: “Creo que suena un poco mejor. Estar todos cantando te da justamente eso, le da cierto simbolismo. Es una respuesta sin pregunta soplando en el viento la muy maldita”.

Para terminar el disco un cuento que parecería infantil por la melodía y la sencillez de los tres acordes que posee. Pero no. Es un cuento sangriento, de hermanos siameses que se separan después de ser estrellas de rock, y que mueren sin gloria ni sangre. Dos Romeos es un cuentito digno de ser escuchado.

Todo el disco presenta en general, gran contenido poético y armónico, lo que hace que valga la pena, tal vez haya parecido un error no hacerlo tan comercial, pero tal vez no, pues la falta de reconocimiento en Argentina terminó con la paciencia de Calamaro y decidió emigrar a España y probar suerte, encontrarse nuevamente allí con Ariel Rot, e intentar algo que se iba a llamar Los Rodríguez.

Reseña escrita por Fede Rodri.


Tracklist:

01. Nadie Sale Vivo De Aquí
02. Pero Sin Sangre
03. Vietnam
04. Pasemos A Otro Tema
05. Con La Soga Al Cuello
06. No Tengo Tiempo
07. Señoritas
08. Adiós, Amigos, Adiós
09. Ni Hablar
10. Una Deuda Del Corazón (Traicionero)
11. No Me Vuelvas La Espalda Por Eso
12. Señal Que Te He Perdido
13. Vietnam (Toma Dos)
14. Dos Romeos

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